Los años azules de Medeski, Martin & Wood

Como si se tratara de una moda o de una fórmula comprobada de buenos dividendos comerciales, los sellos cada vez más se empecinan en lanzar ediciones de discos en doble formato CD+DVD. Para bien de los fans o para mal de los puristas anticomerciales, esta nueva forma de lanzar álbumes llegó para quedarse un buen tiempo. Yo, al menos, disfruto cuando salen trabajos en este doble formato, sobre todo cuando el material del CD y del DVD son complementarios entre sí y no una mera réplica del otro en que la única diferencia entre el DVD y el CD es que el primero trae imagen y el segundo no (debo confesar que eso es lo único que no me agrada mucho de la edición especial de la celebración de los 100 discos del sello Klang Elektronik que comenté en mi posteo anterior). Con todo, replicado o no, el hecho de tener alguna parte del formato (CD o DVD) ya puede valer bastante por sí sólo.

Una de estas ediciones que vuelven a alegrar mi búsqueda musical es la que acaba de sacar nuestro siempre bien ponderado sello Blue Note para recopilar los pasos emprendidos por los magníficos Medeski, Martin & Wood (MMW) en esa casa discográfica luego de que este trio dejasen Gramavision (Rykodisc), su antiguo hogar establecido en el seno del downtown de Manhattan y que les albergó durante la primera etapa de su carrera. Este ábum en concreto se titula “Note Bleu: Best of the Blue Note Years 1998-2005” y vió la luz en abril de este año. Mientras el CD reúne temas de los ya clásicos discos “Combustication” (1998), “Tonic” (2000), “The Drooper” (2000), “Uninvisible” (2002) y “End of the World Party (Just in Case)” (2004), más 3 bonus tracks inéditos, el DVD ofrece mucho material audiovisual interesante, desglosado en documentales, conciertos, video-clips, fotografías y algunos links en la web.

Uno de los documentales que más me atrajo de este DVD es “The Medeski, Martin & Wood’s Drooper”, realizado y dirigido en 2002 por la francesa Marie-Pierre Jaury. En él se reseñan las biografías individuales de los músicos, los orígenes de la banda, y sus influencias, entre otras cosas; siempre intercalando las entrevistas a los músicos con interpretaciones en vivo, donde muestran sus dotes musicales. Entre las anécdotas relatadas figura la creación del logo de este trio creado por el baterista Billy Martin, el cual, según los propios integrantes, no representa nada en particular salvo la confluencia de elementos característicos de sus instrumentos “dispuestos armónicamente como si se tratase de una composición visual de Andy Warhol” y que contribuye a identificar y asociar más rápidamente en nuestras mentes al grupo dado que su nombre largo resulta difícil de memorizar para muchos (…la verdad, estos tipos se la piensan todas y el manejo de los detalles de los diseños y su imagen se notan).

Por otro lado, existen los video-clips que nos evocan permanentemente a la agitada New York, centro operativo de MMW, y a los años 60’s, que es donde estos músicos vivieron su niñez. Las características visuales son algo que podría llamarle “efecto deja-vu” (no sé su nombre técnico y me declaro totalmente ignorante en esta materia), que en el fondo es la repetición permanente en ciertos intervalos de tiempo de una secuencia de imágenes al ritmo de la pieza musical; esta repetición incluso se da nuevamente más avanzados en el video-clip, creando una sensación de deja vu a la primera mirada del video.

Por último, al ver las grabaciones de los conciertos uno no deja de quedar asombrado con la calidad creativa e interpretativa de estos tipos y de moverse con su contagiante música que remueven hasta la misma arteria aorta. Con ello, también resulta inevitable recordar la grandiosa presentación que rindieron en el Teatro Oriente, Santiago, el 24 de marzo de este año, y la sensación de tener la suerte de ser testigos de uno de los grupos que están marcando la pauta de la música jazz (y sus derivados) en el presente y que, con seguridad, será una influencia difícil de soslayar para las bandas de acid-jazz del futuro.

El tema pertenenciente a esta edición que les he comentado se llama “Toy Dancing”; pieza inédita que da término al CD y que se grabó en una de la sesiones previas al registro de su disco “End of the World…”. La música hace honor a su nombre y se percibe el disfrute de John Medeski (piano, órganos, teclados), Billy Martin (batería, percusión) y Chris Wood (bajo) en una de las piezas más “afro” que hayan hecho.


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La sugerencia final es estar atentos a las noticias de estos músicos que están ad portas del lanzamiento de un nuevo disco junto al notable guitarrista John Scofield bajo la sigla MSMW. Para ello les dejo los links oficiales:

Link a sitio web oficial de MMW.
Link a noticia de disco con Scofield.

Link en Wikipedia.