Corriente Alterna

sábado, marzo 11, 2006

Sonido del futuro

Recuerdo haber visto en un canal por cable, hace 9 o 10 años atrás, un documental acerca del fenómeno cultural que se desenvolvía alrededor de las nuevas tendencias de la música electrónica. Era la época en que en Europa y EEUU este movimiento estaba tomando su punto de inflexión que diferenciaba su música como concepto (como estilo de vida) de su música como moda (que es la banalización actual), mientras en Chile recién empezaba a trascender como lo primero a través de las fiestas raves que comenzaban a realizarse acá (lógicamente ya alcanzamos la segunda etapa desde el momento que curiosos personajes como Jennifer Warner, Kenita Larraín, Hermanitas Campos ¡promocionaban estos encuentros!). Una de las vertientes que más me llamó la atención por entonces tanto en ese documental como en esas primeras fiestas (sobre todo Earthdance'98) fue el progressive techno: un estilo bastante complejo y evolutivo que se caracterizaba por la mezcla de la electrónica de los ochentas (con una fuerte base en Detroit), beats sintetizados de electro-funk, dubs, pop y todo tipo de música exótica (sobre todo Oriental). Con el tiempo este estilo empezó a desdoblarse en otras derivaciones hacia el ambient, el hardcore y el jungle. Uno de los conjuntos que más me cautivó en este contexto musical fue The Future Sound of London (FSOL), cuyo estilo fue denominado en ocasiones como intelligent progressive techno (me imagino que por sus intrincados lineamientos sonoros).

FSOL, conformado en Londres por Garry Cobain y Brian Dougans, es uno de los dúos más interesantes que hayan surgido dentro de la electrónica de los noventas, adquiriendo notoriedad por las verdaderas obras maestras que surgían de sus complejas remezclas hechas de Vangelis, Jon Anderson, Ozric Tentacles, David Sylvian, y Robert Fripp (en algunos discos Fripp colabora directamente con ellos). Esta agrupación no sólo abordó la experimentación de la música en sí, sino también del medio donde la reproducían (fueron uno de los primeros, sino el primer grupo, en transmitir un concierto suyo por Internet, cuando la web estaba recién empezando su fase de masificación). Uno de los discos claves de FSOL, y quizás su peak, es Dead Cities (1996), donde llevan al extremo el concepto de remezcla de laboratorio (tardaron cerca de dos años en construir los temas), por ello su interpretación en vivo se torna prácticamente imposible. Aún así, el espíritu de este álbum es verdaderamente fenomenal, transmitiéndonos un cúmulo de sensaciones que van desde una intensa violencia otorgada por el tema que le da título al disco, hasta una bella calma generada por la atmoférica "Antique Toy". El tema que comparto es el primer single que editó el sello discográfico Astralwerks para este trabajo: My Kingdom; una obra fascinante que entremezcla diversas sonoridades con unos beats invertidos (similar a como lo hacía Robert Fripp con su "frippertronics" al invertir los sonidos de su guitarra). El manejo de los samplers evoluciona desde el misticismo de unos instrumentales orientales que da pié a una carrera rítmica, el que proteje la melodía de unas "flautas" que se asoman intermitentemente a lo largo de todo el tema, para finalizar con una hermosa voz femenina (un tributo a Vangelis, representado por la remezcla del tema "Rachel's Song" inserto en el soundtrack del filme de Ridley Scott de 1982 "Blade Runner").


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Los álbumes de FSOL posteriores a los noventas no han alcanzado los niveles de sus predecesores, sin embargo, no dejan de ser buenos. En esta nueva etapa han mirado más hacia los sonidos hindúes con fuertes reminiscencias a los trabajos de George Harrison en plenos setentas. Un deleite para los actuales zippies.

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1 Comentarios:

  • Curiosamente este es el único disco que tengo de FSOL y lo compré por casualidad cuando quería conocerlos. Gracias por hacerme re-apreciarlo.

    Comentado por Blogger julio martinich, el 3/14/2006 8:32 a.m.  

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