El pié de cueca de Los Jaivas

Habiendo sido inauguradas ya estas largas y merecidas fiestas patrias, nada mejor que empezar a ambientarse con la música folclórica de uno de nuestros más insignes y queridos representantes de la cultura popular chilena: el grupo Los Jaivas. Y qué mejor aún que hacerlo asistiendo al concierto que estos carismáticos músicos nos ofrecerán este sábado 16 de septiembre en la Quinta Vergara, en Viña del Mar (ciudad originaria de la banda), donde interpretarán por primera vez en Chile continental el concierto “Rapa Nui, los ojos que miran al cielo” que estrenaron en mayo pasado en Isla de Pascua.

Y por lo que se promociona, este concierto tiene muy buena pinta (bueno, lo mínimo que se podría esperar de Los Jaivas); y así es como lo señala, por ejemplo, el Mercurio de Valparaíso en su página web: “Un gran Concierto Rapa Nui ofrecerá la agrupación Los Jaivas el próximo 16 de septiembre en la Quinta Vergara de la Ciudad Jardín. El recital nació gracias a un Proyecto de integración promovido por este conjunto, para lo cual el grupo se trasladó a la Isla de Pascua por 15 días y culminó con un gran concierto en la Isla en presencia de autoridades y los habitantes de la Isla. Este concierto en el anfiteatro al aire libre de la Quinta Vergara contará con la presencia de músicos y bailarines oriundos Rapa Nui, quienes interactuarán con Los Jaivas, repitiendo la mágica experiencia del concierto en la Isla con sus instrumentos, vestuarios y pinturas corporales, una ambientación polinésica de moais y plantas ornamentales, la sección de bronces de la Banda de la Armada de Chile y una sección de cuerdas sinfónicas juveniles. Además el concierto estará acompañado de hermosas proyecciones en pantallas gigantes, del grupo en Rapa Nui e imágenes inéditas de su próximo DVD. El espectáculo será animado por Sergio “Pirincho” Cárcamo y el actor y actual diputado Álvaro Escobar.” Además, a esto hay que agregar que el concierto se realizará el mismo día en que el municipio viñamarino habrá inaugurado un monumento en homenaje a Eduardo "Gato" Alquinta, en la misma Quinta Vergara…o sea, un momento imperdible.

Y cuando entramos a hablar de Los Jaivas, ya estamos hablando de palabras mayores. Este conjunto no por nada ha durado más de cuatro décadas en los escenarios (para ser precisos, 43 años según ellos mismos declaran) desde sus orígenes como The High & Bass y con una discografía que cuenta más de una veintena de trabajos oficiales. Y pese a los embates que la vida les ha propinado al llevarse consigo a integrantes emblemáticos como el eximio baterista Gabriel Parra, a la voz de Gato Alquinta y, más recientemente, a su propio hijo Eloy (que llegó a Los Jaivas luego de la muerte de su padre, falleciendo lamentablemente él mismo al poco tiempo), Los Jaivas siguen en pié de cueca…¡¡y en qué pié!!

Recuerdo que la primera vez que los presencié en vivo fue en mi más temprana niñez cuando familia completa fuimos a verlos al Coliseo de la lluviosa ciudad de Valdivia. En aquella oportunidad venían promocionando directo desde París (lugar donde residian en ese entonces) su obra maestra “Alturas de Macchu Picchu” (editado en 1981) con un Gabriel Parra haciendo un tremendo solo de batería con aquella máscara típica de las diabladas nortinas; objeto que vendría a convertirse en uno de los símbolos más utilizados dentro de la imagen del grupo (junto con el hombre-cóndor) y que hasta ahora, como parte de aquella presentación, es uno de los recuerdos más vívidos que tengo.

Y no sólo yo quedé marcado con este legendario grupo, sino que también lo han quedado varias generaciones de chilenos (y por qué no decir, también de otros países vecinos) que han visto reflejado en Los Jaivas el alma musical del pueblo latinoamericano, al tocar piezas enraizadas en su folclor que al mezclarlas de manera exquisita con los intrumentos tradicionales del rock han conformado un sonido original y característico que sólo Los Jaivas pudieron concebir. Es así como esta banda chilena fusiona ritmos típicos como la cumbia, el candombe, la cueca, el huayno, el salto, y el mambo entre tantos otros, con elementos claves del rock progresivo y hasta de la música docta (es notable la presencia de clavecines en algunos temas), haciendo que su estilo sea prácticamente inclasificable pero tan único a la vez que en Europa llegaron a denominarle como “inca rock” (principalmente por su mentado disco “Alturas…”).

En concreto, nos estamos refiriendo a una banda que se ha transformado con los años en una verdadera institución en Chile, cuya influencia en nuestra cultura musical se ha manifestado desde las clases en las escuelas y colegios (clásicos de estudio son los temas “Mira Niñita” y “Todos Juntos”; además fueron los que popularizaron la flauta dulce en el país) hasta las cortinas de importantes programas y documentales de televisión.

Para ponernos a tono con la celebración de este 18 y para el espectáculo que se viene en la Quinta Vergara, hagámoslo con 2 cuecas interpretadas por este grupo (entiéndase que son cuecas al estilo “jaiviano”): la primera se titula “Me encontré al diablo”, grabado en agosto de 1998 y que aparece por primera vez en el disco compilatorio “En el bar-restaurant ‘Lo que nunca se supo’” (2000); podría decirse que esta pieza es de lo más cercana a una verdadera “pata de cueca” que les he oido. Y la segunda se llama “En la quebrá’ del ají”, original del álbum “Todos juntos” (también conocido como "La Ventana") de 1972, pero esta vez en su versión en vivo correspondiente a una presentación en abril de 1988 en el Teatro Teletón de Santiago; en ésta se nota la extrordinaria forma de tocar de los músicos, en especial Gabriel Parra que, a la sazón, era considerado uno de los máximos exponentes de la batería en la escena rock en el mundo. Acá van ambas con sus respectivas letras, dando una pequeña muestra de la versatilidad que este grupo tiene.

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Me encontré al diablo
(Los Jaivas)

Pasando por Rancagua una noche al diablo me encontré.
Que andaba cesante, me dijo, oliendo al alcohol.
Su capa elegante un travesti en Talca se la robó.

Bien cañoneao’, mal encachao’, y en cueros no más.
Lo llevé a su casa, le encendí fuego, ¡Sí Señor!
Ya tiró los guantes, anda cesante. Pena me dio.

¡De tanto darle aquí y de ponerle acá!
Diablo pa’ mal encachao’ andaba cabreao’ ¡Sí señora!
Diablos hay pa’ la historia lo digo yo. ¡Claro que sí!

Conce lo maltrató, en Pancho le fue peor.
Allá en Santiago lo acusan de comunista, ¡Hay señora!
Le rasparon los cachos, señora, pa’ estimulante.

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En la quebrá’ del ají
(Los Jaivas)

En la quebrá del ají,
vive la gente feliz,
las velas nunca se apagan
salvo cuando hay luna llena,
las gallinas ponen torillas al amanecer.

Los paltos dan paltalones,
las ranas lavan las flores,
llueve cuando hay sopaipillas,
las arañas tejen chalecos
de un dos por tres.

En la quebrá del ají,
los días pasan por siaca,
el sol es padre y señor,
las mañanas salen al alba
a caminar.

Las tardes llegan temprano,
saltan los niños contentos,
y como si fuera poco
el Diablo vuela juntando leña
para el fogón.

Corren los vientos sin nombre,
y suenan las flautas solas,
los gallos cantan en coro,
el buey toca en su panza el bombo
con emoción.

Bajan las nubes de tinto,
suben los cantos pa'l cielo,
tiembla la tierra al compás
entre soles y lunas llenas
se vive allí.
¡Aurora!


La formación que toca en ambos temas es:

• Eduardo "Gato" Alquinta: Voz, Guitarra, Instrumentos de cuerda y viento, Percusión
• Mario Mutis: Bajo, Instrumentos de cuerda y viento, Percusión, Coros
• Claudio Parra: Piano, Acordeón, Teclados, Sintetizadores, Percusión
• Eduardo Parra: Órgano, Teclados, Sintetizadores, Percusión
• Gabriel Parra: Batería, Percusión, Instrumentos de cuerda y viento, Coros; en “La quebrá’ del ají”
• Juanita Parra (hija de Gabriel): Batería, Percusión, Coros; en “Me encontré al diablo”.

Los links que les dejo son bastantes completos para conocer más acerca de la vida y obra de Los Jaivas:
Sitio oficial de la agrupación
Los Jaivas en Wikipedia